La vida es un camino hacia el futuro. Es un continuo avance, donde muchas veces permanecemos atados a los recuerdos, a las experiencias y a las anécdotas que cuentan la vivencia de nuestra historia. Algunos son gratos recuerdos y otros no tanto.
Pero también vamos quedándonos atados a nuestra identidad, repitiendo las mismas ideas y los mismos conceptos, reiterándonos en el tiempo.
Seguimos apegados a esa identidad, repitiendo circunstancias, recreando una y otra vez los mismos resultados. Es como recorrer un circuito donde reiteramos nuestras propias afirmaciones, estamos apegados a nuestras propias creencias sin cuestionarlas, sin pasarlas por la necesaria reforma que requiere el tiempo presente en el cual estamos.
Cuando lees un libro, lo interpretas de cierta manera. Pero cuando lo vuelves a leer, pasado algunos años, lo interpretas de otra. Hay conceptos que van cambiando. Es con una apertura necesaria que hemos de analizar y fluir.
Claro ejemplo son nuestros hogares, nuestras casas. Con el paso del tiempo es necesario reformas. Las estructuras, las construcciones, requieren de intervención, mantenimiento y ajustarse a la realidad presente.
Lo mismo es para los procesos mentales. Son necesarias la atención de cuidados y el discernimiento de los procesos relevantes que son importantes a tener en cuenta para resolver en qué área prestar atención para reformar.
Muchas veces tenemos que entender que hay situaciones que no dependen de nosotros, y permanecemos atados a un resultado desfavorable.
Son esos aspectos los que tenemos que reformar en nuestras estructuras para diferenciar lo que sí depende de mi y lo que depende de la ejecución de otros.
Estar apegados a una rígida identidad es limitante para nuestro propio crecimiento.
Podemos aprender a conocernos mejor, a reconocer nuestras luces y sombras, nuestros principios y valores, a deformar la forma de ver ciertos aspectos de la vida como lo hace cada uno de los seres humanos que habitan esta Tierra.
Cada uno tenemos una cualidad única, diferente, especial, pero también similar. La geografía, las creencias, los dogmas... somos muy similares en la forma de proceder, pensar y actuar.
Es importante irnos conociendo en nuestras estructuras y ejecuciones mentales, y cómo transitamos este presente, para generar una instancia donde podamos tomar el control sobre nosotros mismos, trabajando en nuestra autorrealización con valentía, claridad y fluidez, con un sentido de vida amplio.
Una visión más universal de las cosas es un camino ideal, que nos fortalecerá en un sentimiento de amplitud del sentir.
Para ir por un camino provechoso de autovaloración, desarrollo integral, sentirnos plenos, abundantes y bendecidos, es necesario hacer siempre una continua reestructuración.
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Mensaje canalizado por Julio César Singlan desde seres de luz que iluminan nuestro camino. Editado por Premjeet / Amor Completo.
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