Esperar que el mundo cambie es querer comprar una ilusión. El mundo es lo que es, una gran mente universal con pensamientos positivos y negativos. Aceptación.
Lo que si es transformador, es cambiar la forma en que vemos las cosas. Todo lo que pasa en el mundo de la interaccion humana es una interpretación individual de la visión propia de cada uno.
Es normal tratar de formar grupos de creencias colectivas para no sentirnosa aislados, consumiendo distracciones para olvidarnos de las penas.
Pero nos olvidamos temporalmente de nuestra historia. Una historia que además de recuerdos bonitos, también es una historia de dolor, desamor y desamparo. Esas heridas siguen latentes en lo profundo de tu corazón, y se manifiestan cuando una situación las refleja, activando y reavivando lo que aún requiere sanar.
Será necesario darle luz, perdón y amor, los cuidados necesarios, tal cual una herida física. En este caso no la vemos, pero si que la sentimos.
Un precepto alquimista dice:
"Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera."
Somos como el agua; estancada se enturbia, y si corre muy de prisa, destruye. Pero cuando se encuentra fluyendo, se aclara y favorece la vida a su alrededor.
Cuando dejas al mundo ser como es y comienzas un recorrido a través de tu universo interior, recorriendo tus galaxias y lugares más profundos, redescubres que vienes desde un lugar remoto, muy distante pero muy cercano a la vez.
Un mágico lugar, donde todo es eterno amor; un sentimiento que embriaga todas las partículas elementales y sutiles. A ese lugar es donde perteneces, y desde donde vienes, pero que olvidaste una vez aquí en la Tierra.
La Tierra es donde comenzaste a experimentar variaciones físicas desde una frecuencia o polaridad a otra; desde el amor al desamor, desde el calor al frío, desde la saciedad al hambre.
Transformar ese mundo en el que habitas es tu poder, transformándote desde la luz que eres desde tu alma, manifestándose a través de tu presencia, haciendo la alquimia sagrada de los elementos con los cuales cuentas.
Todos estamos cargando nuestras mochilas, con visiones propias. Pero en todos está la chispa divina que nos conecta con dimensiones superiores.
Simplemente suelta toda intención de querer controlar algo, de que sea de acuerdo a esa mente pensante que sigue el patrón de tu historia.
Deja simplemente toda prenda ilusoria y realiza el acto de liberación más grande que podrías realizar: perdonar y perdonarte, con el mismo entusiasmo que llegaste a la Tierra.
Alineémonos con el propósito.
El comienzo de una nueva era para toda la humanidad ya comenzó.
Un nuevo mundo está amaneciendo.
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mensaje canalizado por Julio César Singlan
@iluminando_elcamino
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