
Cruzando por diversos sentidos,
nuestros cinco sentidos,
atraviesan un puente.
Una realidad exterior,
otra realidad interior.
Una, la externa, es muy diversa.
Millones de situaciones,
millones de personas, culturas…
compleja red que nos une a todos,
en esta hermosa Tierra.
Desde este lado del puente,
desde ese rincón interno que llamamos mente,
procesamos toda la información que podemos.
Somos una construcción,
un diseño propio.
Es una autopercepción de quienes somos,
pero también somos mucho más
de lo que podemos comprender.
Desde lo profundo del subconsciente,
emergen los matices...
que dan estructura
a nuestra forma de pensar.
Desde ese profundo programa,
vive en estado presente,
todo lo vivido.
Es tal su poder,
que sentimos o reproducimos
situaciones vividas en nuestra infancia,
en modo de reflejo,
en lo cotidiano de nuestro presente.
Es entonces que todo esto influye
a la hora de comprender el mundo,
a través de las relaciones.
Esto es más intenso
a medida que esa relación es más profunda,
como la relación de pareja.
Es en esos vínculos más íntimos
que quedamos expuestos…
Se impregnan en nuestras capas más profundas,
de la fibra de emociones.
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